lunes, 24 de agosto de 2009

:D

Se me pasaron mil ideas por la cabeza. Quemarlo vivo, por ejemplo. Pero eso llevaría mucho tiempo y actúe de forma instintiva.
-Ahhh!!- grité.- Te voy a matar maldito cerdo!!!- me avalancé sobre él. Comencé a darle puñetazos.
-Parece que aún quieres más guerra, no?- se rió.- No te bastó?
Seguí pegándole pero aún más fuerte. Me agarraron por la cintura y me apartaron. Vi el rostro serio de Matt que apretaba con fuerza sus manos en mi cintura. Creo que lo hacía para no avalanzarse sobre Leo.
-Oh! Qué bonito!- dijo Leo en tono sarcástico.- El becado pobre y la rica putita enamorados, yo pensaba que esto sólo pasaba en Hollywood.
En ese momento intenté escapar de los brazos de Matt, pero el me agarraba más fuerte aún.
-Suéltame!! Suéltame!!- le dije pero no me hizo caso. Me cogió la mano y me apartó de delante con suavidad quedándose él delante de Leo.
-Retira lo que has dicho inmediatamente.- dijo en tono de amenaza Matt.
-Por qué iba a hacerlo?.- soltó una carcajada.- Acaso algo es mentira?
-La verdad es que tienes razón, sólo te has equivocado en una cosa: ella no es una "putita" y el chico pobre y becado te va a partir la cara.
Al escucharlo Leo se puso de pie quedándose frente a frente con Matt.
-Puedes repetir lo último?- replicó Leo.
Leo tenía un cuerpo escultural. Todos los músculos completamente marcados pero tampoco muy voluminosos, sin embargo, Matt era delgado y no tenía el mismo cuerpo que Leo, aunque si era más alto, le sacaba una cabeza.
-Claro que puedo repetirlo, sé que tardas en asimilar las cosas.- respondió Matt con sarcasmo- Pero para qué repertirlo con palabras si te puedo hacer una demostración?- y sin más palabras de por medio le metió un puñetazo en la cara.
-Esto es lo que sabes hacer?- preguntó Leo entre risas y le devolvió el puñetazo. Cogió a Matt por los cuellos de la camisa y lo lanzó contra las mesas. Luego se siguieron pegando hasta que Leo lo estampó contra la pared y le dió un golpe secó en la nariz. Matt se tocó la nariz y vió que estaba sangrando, lo cual le enfureció más. Cuando estuvo a punto de devolderle aquel último golpe entró en clase el profesor de Geografía, Mr Greg, un señor de pelo moreno muy menudo, qué además era algo tartamudo.
-Q-q-qqué es-ss-tá pa-a-a-sando aquí?- preguntó con cara de espanto.- Ve-e-engan conmigo.- señaló a Matt y Leo.
-Mr. Greg, ha sido todo culpa mía, creo que debería ir yo.- dije
-C-c-om-mo q-quiera se-ee-ñotit-tt-ta
Le seguimos hasta el despacho de Miss. Elisabeth, la directora.
-Ess-ssperen aq-qq-quí.- dijo el profesor y entró en el despacho.
Leo se giró y me miró.
-Le va a encantar la historia del vídeo a Miss Elisabeth, no crees?- dijo entre risas.
-Cállate, estamos aquí por tu culpa- dijo Matt
-Leo sólo te pido que no se lo digas a Miss Elisabeth porque se lo contará a mi padre, es el único favor que te pido.- dije suplicando
-Tranquila, no te va a pasar nada- dijo Matt mientras me acariciaba la mano. Quería besarle, pero aquel no era el momento más apropiado.
Él se limitó a soltar una sonrisa que realmente no sabía que significaba. En aquel instante Mr. Greg salió del despacho.
-Ss-ss-uert-tt-e- dijo mirándonos.
-Pasen.- sonó una voz desde el despacho. Obedecimos.
Nos sentamos frente a Miss Elisabeth en aquel despacho de color verde esmeralda que tenía detalles de madera oscura.
-Buenos días- dijo seria la directora.
-Buenos días.- contestamos los tres.
-Qué ha pasado esta vez?- preguntó. Acto seguido se fijó en la nariz de Matt.- Oh! Está usted sangrando señor Robson, tenga un pañuelo.- le acercó un kleenex.- Veamos alguien puede explicarme como han llegado a esta situación?
-Por supuesto.- respondió Leo.- Mire, todo comenzó cuando empecé a salir con Nicole hace un mes. A Matt siempre le ha gustado la srta. Watling.- hizo una pausa. En aquel momento me quería morir, se lo iba a contar todo a Miss Elisabeth.- Y nunca ha soportado que ella no le hiciese caso y menos que estuviese conmigo. Entonces, comenzó a mandarle mensajes sin parar a Nicole, casi acosándola. Ella está cansada de que la moleste.- me estaba quedando boquiabierta con sus palabras.- De tal forma que decidí hablar con él para solucionarlo amistosamente. Matt se molestó y comenzó a pegarme. Fin de la historia.
-Es eso cierto srta. Watling?- preguntó mirándome. Yo volví mi mirada hacía Matt. Su cara expresaba mucha preocupación pero me hizo un gesto de "OK!" con los dedos y me guiñó un ojo. Más tarde hizo un gesto con la cabeza que quería decir que afirmase la versión de Leo.
-Emmm..S-ssí- contesté. En aquel momento me sentí realmente mal. Tenía ganas de gritar "NO!", pero sabía que era mi palabra contra la de ellos dos. Leo apoyaría hasta l muerte su versión y Matt le seguiría para que no se supiese la verdad sobre el vídeo.
-De verdad señor Robson que no lo entiendo, tenemos mucho que hablar..-dijo mirando a Matt, más tarde se dirigió a nosotros.- Muchas gracias por contarme lo sucedido, por favor, si son tan amables, déjenme a solas con el señor Robson.- ambos nos levantamos y abandonamos el despacho.
-Gracias.- le dije a Leo
-No lo he hecho por tí, si cuento la verdad, las culpas habrían sido todas para mí. Mejor que caigan sobre ese pobre.
-No había caído en eso.. Eres un completo cabrón.
-Ya, pero a ti te gustaba..- soltó una risa- En serio te gusta ese tío?- preguntó con sarcasmo.
-Después de haber tenido que soportarte a tí.. La verdad que es el tío más increíble con el que me he podido encontrar.
-De veras?, cómo me duelen tus palabras..- volvió a decir con ironía. Se giró para marcharse, pero volvió la cara.- Por cierto, espero que a tu padre también le guste nuestro vídeo.- se fue riéndose.
Me quedé completamente blanca. "Mi padre?", se lo había enviado?. Me parecía todo tan subrrealista que no sabía si estaba en un sueño. Me pellizqué el brazo para ver si salía de esa pesadilla, pero no fue así.
"Mi padre se va a enterar.."- me dije para mis adentros. Derrepente me acordé de Matt. Me acerqué a la puerta para escuchar la conversación.
-Después de los hechos acontecidos señor Robson, no cree que debería ser expulsado?- preguntó Miss Elisabeth.
-Sí- contestó Matt. Sonó como un susurro.
Matt.. expulsado?- pensé- Y encima Leo se va de rositas?.
Me quedé frente a la puerta un momento sin saber como actuar, pero me acordé de que el gilipollas de Leo había enviado el vídeo a mi padre. "Al infierno, al fin y al cabo se va a enterar mi padre..!"-pensé.
Llamé a la puerta del despacho. Y la abrí lentamente.
-Qué hace aquí señorita Watling?- preguntó Miss Elisabeth. Matt me miró desconcertado.
Realmente ni siquiera yo sabía lo que estaba haciendo. Pero Matt necesitaba mi ayuda. Se había metido en eso por mi culpa, tenía que salvarlo como fuese.

No hay comentarios:

Publicar un comentario